Caso práctico internacional
Países BajosLos equipos BayWa r.e. de todo el mundo trabajan para encontrar nuevas sinergias tecnológicas que hagan posible la transición a la energía renovable. En los Países Bajos, investigamos el potencial del hidrógeno verde como pieza clave para compatibilizar la generación de energía con la capacidad de la red.
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Cuando los gobiernos marcan ambiciosos objetivos de energía renovable, la capacidad de las redes ya existentes puede tener problemas de absorción ante la llegada de un elevado flujo de energía limpia. Los Países Bajos son un ejemplo de ello, ya que, los 35 TWh, procedentes de los nuevos proyectos eólicos y solares planificados para 2030, podrían suponer un exceso de presión para la red eléctrica existente.
Podemos afrontar este reto convirtiendo la energía en hidrógeno y almacenándola de forma local, sin perder potencia. GroenLeven, nuestra filial holandesa, se asoció con Alliander en 2022 para demostrar esta alternativa con nuestro primer proyecto de almacenaje de hidrógeno.
Los resultados demuestran el potencial tecnológico del almacenaje de hidrógeno verde y ponen de manifiesto el lugar que ocupa este en la cadena de suministro. Hemos abierto una nueva vía de aprovechamiento de la energía renovable.
El proyecto SinneWetterstof se desarrolló cerca de Oosterwolde, donde ya éramos responsables de la supervisión de una planta solar de 50 MWp. Mediante un electrolizador de 1,4 MW, fuimos capaces de convertir la energía procedente de la planta solar en hidrógeno verde.
Además de explorar opciones para aligerar la sobrecarga de la red, examinamos el índice eléctrico entre el electrolizador y la planta fotovoltaica.
La colaboración con Alliander hizo posible que fusionáramos nuestra experiencia en generación de energía e integración de red.
Se trata de un aspecto importante, ya que este ha sido el primer proyecto de esta envergadura en el que sometimos a examen toda la cadena de valor. El almacenaje debía tener sentido tanto desde un punto de vista económico como técnico; desde la generación energética hasta su venta.
Los resultados demostraron que las instalaciones son capaces de producir 100 000 kg de hidrógeno al año. Esa energía podría propulsar un coche eléctrico a lo largo de 10 millones de km, lo que equivale a ir a la luna y volver 13 veces.
Desde una perspectiva técnica, ahora tenemos un mayor conocimiento sobre cómo adaptar los electrolizadores a las variaciones de generación energética. Ahora podemos convertir los excesos energéticos en hidrógeno de forma más eficiente.
El éxito de este proyecto piloto hizo posible que se llegara a un acuerdo con el proveedor holandés de combustible renovable OG Clean Fuels, para la adquisición de hidrógeno verde procedente de SinneWetterstof.
