Tenemos el firme compromiso de encontrar nuevas oportunidades de generar energía renovable, y la agrovoltaica representa una solución. Ofrece una doble función para la tierra que se esté usando para fines agrícolas, ya que por un lado protege y fomenta el crecimiento de los cultivos y por otro, permite generar energía. A fin de explorar lo que podía conseguirse, nos pusimos manos a la obra en nuestra filial holandesa de Groenleven con un proyecto piloto. Tras comprobar el éxito del proyecto piloto, lanzamos un proyecto con la granja de fruta Piet Albers, en Babberich. Nuestro objetivo en este caso fueron las 3,3 hectáreas de cultivo de frambuesas.
El resultado fue uno de los mayores proyectos de agrovoltaica de este tipo de Europa, con la instalación de 10.250 paneles solares. Esto permite generar hasta 2,67 MWp de energía renovable.
También debíamos asegurarnos de que, además de proteger las frambuesas de cualquier fenómeno meteorológico extremo, la tecnología empleada permitiese el acceso de suficiente luz solar y lluvia a los cultivos, ayudándolos a maximizar el crecimiento y los potenciales beneficios.